A veces discutís con alguien que querés,
por como se monta un caballo, por como se hace determinado trabajo,
por una palabra mal dicha, un mensaje no contestado,
por quien carajo tiene la razón.
Pero no es por eso, se sabe.
Es por que los dos quieren que el otro vea lo que uno ve.
Por que en el fondo te importa, obvio. Sólo que el ego se mete y convierte
el cariño en defensa, la admiración en una lucha.
Entonces bajás un cambio, hablás más tranquilo y entendés,
que el punto no es ganar,
es no perder la conexión.
FM